y ella me dijo que nunca la había amado. y naturalmente se equivocaba, o más que equivocarse, no describía totalmente la realidad. lo que realmente ocurría, era que yo no había amado nunca. no a ella específicamente. a ella como sujeto universal. Ella. pasaba de una realidad física a una metafísica y ni me lo agradecía, joder. nunca había sido capaz de amar, tener esa facultad, al parecer, inflexible ante uno mismo. yo no me conocía, y todos mis males, todas las injusticias, venían por mi incapacidad de amar.
era un discapacitado abandonado sin escrúpulos no ya por la sociedad necia y destructiva. lo más grave era que ella, ella y Ella pero sobretodo ella, no fuera capaz,
ni por un instante
de pensar en quién perdía más, ahí,
de los dos.
ella era la desagradecida, Ella ni pincha ni corta, para eso La has creado tú.
ResponderEliminarCómo se nota que te peleaste con la filosofía más de una vez.