estás sentada delante de mí, en la biblioteca de la universidad, y
nunca
sabrás
que es porque soy un cobarde, que no te invito a tomar algo.
(si esto es una pena o una frivolidad ya es más subjetivo.)
miento. te lo acabo de escribir en una hoja que me has prestado y que me ha sobrado y que has guardado y que, algún día, recuperarás.
el gran reto: ¿sonreirás?
Eso queda ahí abierto (como en todos tus poemas siempre llenos de ramificaciones) como una posibilidad o una vena deshilachada.
ResponderEliminarLo dicho
Vengo a decir que esto es 0% ficción.
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